Javier Bello Pérez agradece a la Escuela Profesional Don Bosco la acogida y confianza recibida

Javier Bello Pérez nos envía un texto de agradecimiento a la Escuela Profesional Don Bosco por la buena acogida y confianza en sus logros. Ha recibido una beca para estudiar en EEUU y poder desarrollarse como profesional en el deporte del futbol. Te deseamos mucha suerte Javier y gracias por tus palabras.

Con esta carta quiero agradecer, principalmente, la buena acogida y confianza que he recibido de parte de todos los que forman parte de la Escuela Profesional Don Bosco.

El fútbol, el deporte que practico, es mi vida

Empezando por los profesores, quienes han sido los que han sabido guiarme y educarme como si fueran unos padres, siempre dando una respuesta adecuada a todas mis preguntas. Han sabido devolverme esas ganas de aprender que perdí con el bachillerato y, lo fundamental y que ningún profesor había hecho conmigo, respetar mi deporte. Me han dado todas las facilidades que yo he pedido, que no han sido pocas, para poder compatibilizar los estudios con entrenamientos y partidos. Y siempre les estaré eternamente agradecido ya que el fútbol, el deporte que practico, es mi vida.

Siguiendo con los compañeros, agradecer a todos y cada uno de ellos por saber llevar tan buen clima en la clase, hemos sido una piña, o como dice nuestro grupo de WhatsApp, «La SQUAD».

Para finalizar, y no menos importante, agradecer a todo el personal de la Escuela Profesional Don Bosco por el buen trato y su buena disposición ante cualquier problema o consulta que pudiera surgir.

Después de los agradecimientos me gustaría contaros mi experiencia personal, tanto en este año como en los anteriores, con sus cursos y mi bagaje deportivo.

Siempre me han inculcado que el fútbol va unido a los estudios y, o estudiaba y aprobaba o no había fútbol

Desde que era pequeño, mis padres siempre me han inculcado que el fútbol va unido a los estudios y, o estudiaba y aprobaba o no había fútbol. Algo que me tomé muy a pecho ya que, como he dicho antes, el fútbol es mi vida.

Pasaron los años y el nivel iba subiendo, cambié de curso y de instituto a la vez que cambiaba de equipo de mayor nivel y por tanto, mayor tiempo que tenía que invertir en el fútbol. Al principio, en 2°, 3° y 4° apenas notaba el cambio, puesto que seguía teniendo un poco de tiempo pero que me valía para aprobar y sacar buenas notas. Pero el problema es que en el instituto en el que estaba ponían un nivel demasiado alto para el poco tiempo del que yo disponía y no me aportaban ningún tipo de facilidad. Hasta el punto que, cuando fui convocado por la Selección Madrileña de Fútbol, dicha selección tuvo que enviar un comunicado al instituto para que me trasladarán los exámenes que tenía esos días a otros y no quisieron cambiarlos.

Cuando pasé a 1° de Bachillerato, el nivel de los estudios subió de manera estratosférica y no disponía del tiempo suficiente para estudiar y aprobar todas las asignaturas. Fue en 2° de bachillerato cuando las notas y mis ganas por estudiar bajaban de forma increíble, tuve incluso que dejar el fútbol durante el último trimestre para poder aprobarlo todo. Aquí fue donde pensé que toda mi vida dedicada al fútbol había fracasado pero, ese preciso verano, recibí una llamada del Aravaca de División de Honor, donde me ofrecían un puesto en el equipo.

Y ha sido este año, cuando he recuperado mi confianza por jugar al fútbol y esas ganas por seguir aprendiendo, estudiando lo que me gusta y además disfrutar con ello.

Una universidad de Estados Unidos estaba interesada en mí

La oportunidad de mi vida no la podía dejar escapar, y es que fue sobre el mes de febrero cuando me llamaron diciendo que un entrenador de una universidad de Estados Unidos estaba interesado en mí. Sobre finales de marzo, recibí la oferta de la beca para estudiar allí y además jugar al fútbol. Pensé en esperar un año más y terminar TAFAD, pero como muchas veces me han dicho mis padres, el tren pasa una vez y si no te subes, lo pierdes y esta oferta era imposible de rechazar.

Echaré mucho de menos a toda la gente de la Escuela Profesional Don Bosco