La inclusión social siempre deja buen sabor de boca

La conciencia social respecto de la realidad de la diversidad funcional es necesaria, pero no es suficiente. No podemos satisfacernos y conformarnos con generar conciencia.

La conciencia social respecto de la realidad de la diversidad funcional es necesaria, pero no es suficiente. No podemos satisfacernos y conformarnos con generar conciencia. La conciencia debe entrañar cambios, debe generar dinámicas, debe sumar iniciativas… La conciencia es el germen del mundo que florece. Pero con nuestra implicación y participación favorecemos que los brotes tiernos engendren flor y fruto. Y esta flor, para nosotros, es un modelo de Escuela Inclusiva, y este fruto, la capacitación profesional y la maduración personal de nuestro alumnado.

Por eso, esta mañana todos nosotros, alumnos y profesores, nos hemos sumado a la iniciativa de la heladería los Alpes: El Helado Solidario. Porque la conciencia se acompaña de acciones. Se trata de una iniciativa que esta heladería viene replicando desde hace seis años, por la cual reserva la recaudación íntegra del último viernes de septiembre a una causa social. La de este año ha sido la financiación de los estudios del alumnado de diversidad funcional de la Fundación Oxiria. Y la Escuela Profesional don Bosco, fieles a su compromiso de Escuela Inclusiva, ha querido sumarse. Cerramos así semana comprometida socialmente tanto desde los contenidos curriculares, como en sus líneas de actuación más concretas. Y es que la inclusión social siempre deja un buen sabor de boca…