Un enfoque diferente: Documental Clonar a un hombre

Gandhi dijo “Si quieres cambiar el mundo, empieza por cambiar tú primero”. Esto es lo que está poniendo en práctica Diego Illán, antiguo alumno de la Escuela Profesional Don Bosco.

El machismo imperante en nuestra sociedad se aborda de muchas maneras. Diego, antiguo alumno de Integración Social ha participado en un proceso poco habitual pero muy enriquecedor de auto-reflexión sobre la vivencia de la masculinidad. Esta es una síntesis de sus reflexiones:

Tras acudir a un taller sobre nuevas masculinidades y empaparme un poco sobre aquello que significa a nivel social ser un hombre gracias escuchar a otros compañeros en proceso de deconstrucción, me propusieron participar en este documental, a lo cual accedí.

A mi parecer, el resultado de Clonar a un hombre es el reflejo de una manera aséptica y sin florituras, de algunos hombres que, sencillamente y desde la honestidad y la humildad, nos encontramos planteándonos aquellas cosas que a lo largo de nuestra vida nos han sido impuestas o aquellas que por el hecho de ser hombre he (hemos) sentido que se esperaban de mi o de nosotros.

Aquello de que los hombres no lloran, los hombres demuestran su valía y su masculinidad a través de su éxito sexual, los hombres han de ser valientes cuando ser valiente significa ocultar su vulnerabilidad… Son mensajes latentes que están profundamente arraigados en mí y creo que en la mayoría de los hombres. Tan arraigados que a pesar de ser consciente de ellos, me sigo topando con los mismos dilemas una y otra vez y el ejemplo más claro en mi caso nace de aquella vez que de niño descubrí que era demasiado llorica y que si aguantaba mis lágrimas podría ser más fácilmente aceptado por mis amigos. Funcionó a la perfección, pero tanto esta decisión como muchas otras han tenido en mi un coste imborrable.

Parafraseando a un compañero, el gran descubrimiento de todo esto es que a pesar de pertenecer al género privilegiado, nuestros privilegios (sin dejar de ser ante todo privilegios) también nos hacen daño y nos provocan mucho sufrimiento. De mí se ha esperado una serie de cosas por el hecho de ser hombre que tienen que ver con el liderazgo, la violencia, el hacerme respetar, la rudeza, la entereza… Y se me ha privado de la libertad de ser quien yo quiero ser, de mostrarme vulnerable y de permitirme atravesar por toda esa gama de sentimientos tan impropios de los hombres y que, lejos de hacernos personas más débiles, nos conducen a la liberación y al crecimiento personal.

Diego Illán (coprotagonista de Clonar a un hombre)

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