NO a la violencia contra mujeres por motivo de género

Hoy nos hemos hecho eco de una voz, la voz de rechazo a las conductas violentas, a todas, pero hoy en especial a la que atenta contra la mujer. La Escuela Profesional Don Bosco dice un año más un rotundo NO a la violencia contra mujeres y niños por motivo de género.

Y lo hacemos con el firme convencimiento de que la vía del encuentro y del acompañamiento personal, esa seña de identidad tan propia del estilo salesiano, son la senda que queremos para nuestro alumnado, para los usuarios con los que trabajaran el día de mañana, y para labrarnos un mundo mejor que dejar a nuestros hijos.

La igualdad y el diálogo no pueden ser palabras que se vacíen de contenido por su uso… y menos aún por su reivindicación.

Dentro de poco, quizá desde la vorágine de mañana y su Black Friday, orbitemos alrededor de las compras navideñas, e incluso nos planteemos cuestiones relacionadas con los roles de género para los regalos que les encarguemos a Sus Majestades para nuestros hijos.

No a la violencia contra las mujeres

Quizá desde nuestra identidad de agentes educativos se lo traslademos a nuestros estudiantes, para que, en cascada, despierten la misma reflexión en su futuro alumnado… Desde lo corto, desde lo cercano, todos comenzamos prontamente a interiorizar patrones relacionales de género, y somos también target para esos mensajes y mitos del amor romántico, como que el amor lo puede todo, que las conductas celotípicas son una especie de estadio evolucionado del amor, y otras muchas aseveraciones tácitas…

Pero lo cierto es que nuestros jóvenes y adolescentes viven y crecen en entornos donde se ha normalizado la violencia, la violencia no visible, y en algunos casos ya violencia explícita. Y aunque siempre supone una dificultad ser adolescente o joven, y además tener que reconocer vivir una realidad de violencia de género, e identificarte con un perfil del que quieres ser ajeno, los datos son más que abrumadores:

  • En España se han registrado 37 víctimas mortales en lo que va de 2021.
  • Además, hay otros 3 casos más en vías de investigación.
  • Como consecuencia, 24 niños menores de 18 años han quedado huérfanos.
  • Casi el 3% de ellas tenía entre 16 y 17 años, y más del 8% tenían edades comprendidas entre los 21 y 30 años.
  • Casi el 80% de las víctimas mortales no había interpuesto denuncia previa.
  • 1 de cada 4 adolescentes víctimas de violencia de género ha sufrido violencia psicológica o de control.
  • Casi 1 de cada 5, violencia emocional.
  • Control del teléfono móvil, en un 14,9%.
  • Insultos, ridiculizaciones, o que sus agresores hayan tomado decisiones por ellas, en un 17,3%.
  • Y que nuestras jóvenes y adolescentes hayan recibido presiones para mantener relaciones sexuales, un 11,1%.

Además de todo esto, para quienes trabajamos con jóvenes y adolescentes no nos resultan ajenas las nuevas formas de violencia a través de redes sociales: grooming, sexting sin consentimiento y sextorsión.

No a la violencia contra las mujeres

Por eso, el reto es cada vez mayor y más complejo: conseguir de nuestro alumnado un desarrollo afectivo saludable, una formación lo más completa posible, para que ellas y ellos sean los agentes de igualdad del futuro que acaben con la violencia contra las adolescentes, las mujeres, y sus hijos, como consecuencia de cualquier tipo de conducta violenta motivada por el hecho de ser mujer, y la circunstancia de querer imponer un paquete desigual de atribuciones de género por razón de sexo.

La educación es la palanca de cambio, y aunque nuestra capacidad es limitada, el efecto es multiplicador si conseguimos que nuestros futuros educadores sean sensibles a la realidad, y se implique en el cambio por la igualdad.

Israel Iglesias